Lunes, 23 de enero de 2023

Todo lo que necesitas saber sobre la lactancia materna

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La lactancia materna es la forma de alimentación que da a los niños el mejor comienzo posible en la vida.

La leche materna es única. Es un líquido vivo que está especialmente diseñado para el recién nacido y lactante, que cambia, toma a toma, día a día y mes a mes, para satisfacer sus necesidades. Además, proporciona defensas activas frente a la infección.

Todas estas características no existen en las fórmulas artificiales y es por ello que la Organización Mundial de Salud recomienda la Lactancia Materna de manera exclusiva durante los primeros seis meses de vida y, después, mantener la lactancia junto con alimentación variada que la complemente hasta, al menos, dos años.

Nuestro programa de promoción de la lactancia materna, se basa tanto en las recomendaciones de la iniciativa hospital amigo de los niños de la OMS y Unicef, como del comité de lactancia materna de la Asociación Española de Pediatría, desde donde se han elaborado todas nuestras recomendaciones.

Es por ello que desde nuestro Servicio de Pediatría del Hospital San Juan de Dios de Sevilla apoyamos, promovemos y fomentamos la lactancia materna.

Para ello disponemos de información actualizada y por escrito, que se entrega a las madres y embarazadas después de su atención tanto en consultas externas como en urgencias, y personal capacitado para transmitir y explicar esta información a las madres y embarazadas que acudan a nuestro centro.

La lactancia materna, se recomienda de forma exclusiva durante los primeros 6 meses de vida ya que:

  • Disminuye el número y la gravedad de muchas infecciones como: Gastroenteritis, Otitis, Bronquiolitis.
  • Disminuye el riesgo de asma alérgica, dermatitis atópica, enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Disminuye la incidencia de obesidad y diabetes tipo I.
  • Disminuye el riesgo de muerte súbita del lactante.

Sin ninguna duda, el mejor alimento para el recién nacido es la lactancia materna. Dar el pecho al bebé se ha relacionado con una disminución de infecciones respiratorias, otitis y diarreas, así como con un menor riesgo de muerte súbita del lactante. Actualmente se recomienda la lactancia materna exclusiva (dar únicamente el pecho) durante los primeros 6 meses de vida de los niños.

Lactancia materna a demanda

La mejor forma de dar el pecho es a demanda, ello es, amamantar sin horarios ni tiempos de duración de las tomas prefijados.

La lactancia materna a demanda consiste en dar el pecho al bebé siempre que este dé muestras de que necesita mamar, tanto de día como por la noche. Es decir, no tiene horarios establecidos, el horario de cada toma lo señala el bebé cuando tiene hambre.

No hace falta establecer un horario fijo ni esperar entre 3 y 4 horas, entre toma y toma. Un bebé puede necesitar mamar con más frecuencia porque no come mucho en cada toma.

Asimismo, la duración de cada toma también la establece el bebé. Los recién nacidos maman más despacio, por eso sus tomas suelen ser más largas que las de los bebés más mayores. Según va creciendo la duración de las tomas suele disminuir, porque es capaz de conseguir en menos tiempo la cantidad de leche que necesita.

Algunos bebés maman pocas veces al día con unas tomas largas. En cambio, otros maman muchas veces al día en tomas más cortas.

En cuanto a despertarles por las noches para darles de mamar, cuando se trata de bebés sanos que aumentan de peso bien, no es necesario despertarles para darles el pecho. Ellos mismos se despertarán cuando quieran comer. Sin embargo, es conveniente que los recién nacidos no pasen más de tres horas sin alimentarse, incluso por la noche.

¿Se puede organizar la lactancia materna?

La madre es quien interpreta las necesidades del bebé con los movimientos o el llanto. Si el niño mama, aunque en realidad no tenga hambre, tampoco pasa nada.

En cualquier caso, en la lactancia a demanda, la madre puede regular en cierta medida el momento de dar el pecho al bebé cuando este ya tiene unos 3 meses. Antes de los 3 meses los bebés suelen necesitar que la toma sea más inmediata.

En realidad, cuando la lactancia está bien instaurada, la madre conoce las necesidades de su bebé y sabe qué margen tiene para adelantar o retrasar la toma al momento más adecuado para ambos.

¿Cuántas tomas suelen hacer los niños?

Durante el primer mes de vida es conveniente que el bebé haga entre ocho y 12 tomas cada día. El hecho de amamantar al bebé frecuentemente favorece la producción de leche durante las primeras semanas.

Hasta que la producción de leche se regularice, conviene amamantar al bebé “a demanda”, probablemente entre cada hora y media y tres horas. Conforme los recién nacidos van creciendo, necesitan mamar menos frecuentemente y es posible que desarrollen una pauta de lactancia más predecible.

Es normal que los bebés realicen “tomas agrupadas”, es decir, que coman varias veces seguidas y luego, pasen varias horas sin comer. Durante los primeros días de vida, es posible que se amamanten incluso cada hora o varias veces en una hora, especialmente por la tarde y por la noche.

¿Cómo se cuenta cada cuánto toma el bebé?

Los intervalos entre tomas se cuentan desde el momento en que el bebé empieza a mamar hasta el inicio de la próxima toma. La sensación de las madres, sobre todo al principio, es que están amamantando al bebé durante las 24 horas del día, lo que es completamente normal.

¿Cuánto tiempo duran las tomas de pecho?

Es conveniente que el bebé determine la duración de la toma. Él sabe cuándo ha tenido suficiente y se despegará solo de la mama. Si se le quita del pecho antes de que esté listo, puede que no reciba la cantidad de leche que necesita, que no tome la leche rica en calorías del final de la toma y que se vaya reduciendo la cantidad de leche que se produce.

Hay muchos factores que influyen en el tiempo que duran las tomas:

  • Si ya se ha producido la subida de la leche y está regularizada.
  • Si el reflejo de eyección es inmediato o no.
  • Si el flujo de la leche es lento o rápido.
  • Si se está colocando correctamente el bebé en el pecho.
  • Si el bebé “va al grano” o remolonea un poco antes de ponerse “manos a la obra”.
  • Si el bebé está adormilado o se distrae con facilidad.

La duración de las tomas también depende de la edad. La mayoría de las sesiones de amamantamiento de los recién nacidos duran entre 20 y 45 minutos. Sin embargo, a menudo están somnolientos y es necesario tener paciencia y perseverancia durante este período. Conforme van creciendo, los niños van adquiriendo mayor destreza, por lo que pueden tardar solamente entre cinco y 10 minutos en vaciar cada pecho.

¿Cómo saber cuándo el bebé tiene hambre?

Conviene amamantar al bebé ante los primeros signos de hambre, cuando comienza con movimientos de la cabeza, buscando el pecho y antes de que llore y se altere por lo que luego es difícil tranquilizarle.

De todos modos, también es importante tener en cuenta que cada vez que llora un bebé, no tiene que ser necesariamente porque tiene hambre. A veces necesitan que los abracen o que les cambien los pañales. También pueden llorar por un exceso de estimulación, por aburrimiento o porque tienen frío o calor.

Las señales de que un bebé tiene hambre incluyen:

  • Mover la cabeza de un lado al otro.
  • Abrir la boca.
  • Sacar la lengua.
  • Llevarse las manos y los puños a la boca.
  • Fruncir los labios como si fuera a succionar.
  • Restregar la boca contra los pechos de su madre.
  • Mostrar el reflejo de búsqueda del pecho (girar la boca hacia algo que le está acariciando o tocando la mejilla).

Cuando el bebé está saciado comienza con succiones lentas, a mostrar pérdida del interés por el pecho y apartarse de él, por lo que en cuanto aparezcan se puede dar por finalizada la toma.

¿Con qué frecuencia hay que cambiar de pecho?

Para mantener una buena producción de leche en ambos pechos y evitar que se congestione uno de ellos, lo que puede resultar doloroso, es importante alternar entre ambos pechos y procurar que mame de los dos cada día. El tiempo que un bebé mama de cada pecho difiere entre bebés y entre madres. Algunos pueden quedarse satisfechos tras mamar durante cinco minutos de cada pecho, mientras que otros necesitan mamar 10 o 15 minutos de cada pecho.

Hay expertos recomiendan ofrecer ambos pechos en cada toma, alternando el pecho que se ofrece primero en tomas consecutivas. Sin embargo, últimamente algunos especialistas en lactancia materna están recomendando ofrecer solamente un pecho en cada toma e ir alternándolos en tomas consecutivas.

En cualquier caso, es importante hacerlo de la forma más cómoda para ambos.

¿Cómo saber si está recibiendo suficiente leche materna?

Se sabe que el bebé está recibiendo suficiente leche materna si:

  • Hace cacas frecuentemente. Por lo general, las deposiciones son blandas y pasan de un color negro a marrón, y a amarillo mostaza en los primeros cinco días. El ritmo intestinal de los bebés que se alimentan con leche materna es variable, pero a partir del tercer día de vida, por lo general, harán como mínimo entre 2 y 5 deposiciones al día. Luego esto varía, algunos bebés hacen caca todos los días, mientras que otros lo hacen cada varios días.
  • También hay patrones de pañales mojados: día 1 = un pañal mojado; día 2 = dos pañales mojados; día 3 = tres pañales mojados y así sucesivamente. A partir del sexto día de vida mojará entre 6 y 8 pañales al día (una vez que aumente su producción de leche, la orina empapará el pañal).
  • La orina tiene un color pálido.
  • Se puede oír cuando traga la leche.
  • Está tranquilo y relajado después de comer.
  • Aumenta de peso. Durante los primeros cinco días de vida, muchos bebés pueden llegar a perder entre el 7 y el 10 % del peso que tenían al nacer. Los bebés nacen con reservas de grasa y generalmente recuperan el peso al cumplir dos semanas de vida. La alimentación frecuente y durante todo el día ayudará a prevenir una pérdida de peso importante.
  • Los senos están más blandos después de alimentar al niño.

¿Cuáles son las ventajas de la alimentación con leche materna?

Para las mujeres:

  • Previene las hemorragias postparto, ya que la succión del bebé facilita que el útero recupere su tamaño inicial y disminuye la posibilidad de anemia.
  • Favorece la recuperación del peso pre-embarazo.
  • Produce bienestar emocional y proporciona una oportunidad única de vínculo afectivo madre-hijo.
  • Reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario.
  • Mejora el contenido en calcio de los huesos al llegar a la menopausia.

Para el recién nacido y el niño lactante:

  • Protege frente a las infecciones respiratorias, otitis, infecciones gastrointestinales e incluso urinarias.
  • Protege frente al Síndrome de Muerte Súbita del Lactante.
  • El amamantamiento proporciona contacto físico a los bebés lo que les ayuda a sentirse más seguros, cálidos y consolados.
  • Los niños amamantados tienen un mejor desarrollo dental con menos problemas de ortodoncia y caries.
  • Potencia el desarrollo intelectual gracias a que la leche materna tiene componentes específicos que son fundamentales para el desarrollo del cerebro.
  • La leche materna se digiere mejor y tiene efectos positivos a largo plazo sobre la salud del niño disminuyendo el riesgo de que padezca alergias, diabetes, enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal, obesidad, hipertensión o cifras altas de colesterol.
  • Parece tener cierta protección frente a linfomas y algunos otros tipos de cáncer.
  • La leche humana es el alimento de elección para todos los niños, incluidos los prematuros, los gemelos y los niños enfermos.

Para la sociedad y el medio ambiente:

  • Es gratuita. Supone un ahorro en concepto de fórmulas artificiales, biberones y otros utensilios usados en la preparación de las fórmulas.
  • Al disminuir las infecciones y la gravedad de las mismas reduce los gastos médicos y los problemas laborales y familiares que dichas enfermedades suponen para los padres y la sociedad. Reduce el uso de recursos humanos y materiales de la sanidad y si los niños enferman, se recuperan antes.
  • La leche materna es un recurso natural que no contamina y protege el medio ambiente ya que no produce residuos, ni necesita envases ni tratamientos especiales que requieran gasto energético en su elaboración ni emisiones de CO2.

Para cualquier consulta respecto a la leche materna o relacionada con el recién nacido, puedes consultar con nuestro departamento de pediatría del Hospital San Juan de Dios de Sevilla solicitando tu cita haciendo click aquí o bien contactar en el teléfono 955 045 999.

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